Programa lunes 4 de mayo de 2020, 22:00 hrs 102.5fm Radio U. de Chile

Bitácora: Lunes de desvaríos inconscientes de la realidad, partiendo con unas hermanas que parecieran unas Bjork divididas en dos, música de sanación tripeada con un japo que se fue en volaa, un inglés que sigue retorciendo las armonías para crear poesía sonora y lírica atípica, seguiremos en el Tuareg de las persecuciones políticas, visitaremos el Brasil minimalista de un encantador de melodías y cerraremos con indiefolk para acurrucarse y tener un buen dormir.

Artista: COCOROSIE
Disco: Put the Shine On
Sello: Marathon Artists
Año: 2020

Del sitio www.marvin.com.mx: “Si dos palabras no pueden encajar en este texto, estas serían: lógica y coherencia. Ya lo dijo una vez Radio Futura: “en el caos no hay error”. Y es que lo que hacen las CocoRosie es extremadamente barroco desde su concepción; pareciera que se trata de una puesta en escena del Teatro de la crueldad de Artaud, en el que un cuento de hadas terminara convertido en una masacre que salpica sangre y vísceras a diestra y siniestra. ¿Pop de cámara (de tormento)? ¿Pop oscuro para asesinos seriales? Ambas posibilidades valen. Aquí lo freak es un torrente creativo que no parece agotarse desde que formaron el dueto en 2003, mismo tiempo en que han viajado mucho para grabar, comenzando por París y pasando más recientemente por Argentina, donde registraron en 2015, Heartache City, el álbum que antecede a su séptima entrega (y en el que registraron un tema en español: “Un beso”). Tras 5 años entre discos, ahora acometen con Put The Shine On, que fue trabajado casi enteramente en San Francisco, California, ciudad en la que acompañaron a su madre durante los últimos días de su vida; de hecho, terminaron la canción “Ruby Red” apenas 11 días después de que la mujer muriera y en ella cuentan la historia de su progenitora de principio a fin con un tono celebratorio.
En CocoRosie conviven una especie de elogio al asunto Drag, una teatralidad cargada de energía sexual y un halo infantil que se torna maligno. Comenzaron como estrangulando melodías sacadas de una cajita de música y grabando en un baño; no en vano las metieron en el armario del freak-folk (junto a sus amigos Devendra Bahart y Anohni), pero musicalmente su obra sufrió un vuelco cuando a partir del álbum del 2007, The Adventures of Ghosthorse and Stillborn, se dejaron influir por el hip-hop, especialmente por sus bases rítmicas. No es menor que el antecedente inmediato es un sencillo llamado “Roo”, en el que colaboraron con Chance The Rapper.

Artista: FUMIO MIYASHITA
Disco: WAVE Sounds of the Universe
Sello: Personal Affair
Año: 2019

Hermosa reedición en vinilo de “Wave” Sounds of the Universe, el álbum de 1983 del músico japonés Fumio Miyashita.
Música de curación ambiental de Japón. El primero de una serie dedicada al archivo del prolífico pionero de la música ambiental japonesa Fumio Miyashita, anteriormente de la banda de psicología / prog-rock Far Out / Far East Family Band.
Con esa banda lanzo álbumes innovadores y haciendo giras internacionales. Siempre interesado en la filosofía oriental desde estudiando karate a una edad temprana (se convirtió en cinturón negro en la escuela secundaria), se interesó en la medicina oriental después de una lesión en el escenario que solo se curó después de someterse a acupuntura. En 1977, emigró a los Estados Unidos, donde continuó estudiando medicina oriental, filosofía, los cinco elementos chinos y también comenzó, en serio, a investigar la musicoterapia.

Artista: KING KRULE
Disco: Man Alive!
Sello: XL Recordings
Año: 2020

Del sitio https://www.binaural.es : “El chico mutante. Un rara avis. La cosa. No se me ocurren otros nombres para describir a King Krule a estas alturas de su carrera, un artista que necesita pocos años para cambiar la secuencia de su nucleótido musical y transformarse en algo distinto de lo que era. En algo triste por fuera, pero enigmático por dentro, como un monolito que un día cayó de culo a las Islas de Pascua sin saber cómo. Tres años después de “The Ooz” (tercer mejor disco de 2017 en binaural.es), el joven inglés -padre de Marina durante la grabación de este último disco- confirma su exquisita diáspora musical en “Man Alive!”, un tercer trabajo que, de entrada, si tiene un par de cualidades son las de arriesgado e inesperado. No se ve venir, simplemente sucede, como una llamada vital de número oculto; el contacto es enfático (!) y si pone la exclamación en algo es en el devenir musical, en la no dirección, en la desfiguración. King Krule vuelve a llamar y nosotros, como receptores, nos exponemos a una conversación llena de angustiosas y plácidas interferencias. Con descolgar, tantear y escuchar su voz grave, gravísima, el contexto se intuye rápidamente. Oscuridad torrencial, Frankensteins estilísticos, voces que supuran desesperación, incursiones de jazz bien cosidas, melodías tan retorcidas que ni parecen melodías. En este disco, Archy Marshall vuelve a hacer de las suyas estirando los géneros musicales como si fuera el cableado espiral del teléfono que agarra, luego los mezcla, los retuerce, los despedaza y los vuelve a juntar. Y sale esto que ha llamado «Man Alive!», título que por cierto asegura haberse apropiado de «un CD que su tío le devolvió en 2013«. Esta nueva criatura tiene características parecidas a todo lo que ha hecho anteriormente: camina lenta y a pasos agigantados, y es muy melancólica. Aun así, tiene tres rasgos comunes y a la vez distintivos. El primero, su apatía; requiere tiempo para que te caiga bien. El segundo, su sobresaliente producción junto con Dilip Harris (de nuevo en las mesas de estudio) le da una sonoridad clave, más dura, hueca pero envolvente; atractivamente gris. Y por último, su intrigante discurso sonoro. Ahí es donde King Krule cuelga el teléfono sabiendo que ha cerrado un gran trato.”

Artista: BIBI AHMED
Disco: Adghah
Sello: Sounds of Subterrania
Año: 2019

Bibi Ahmed, director y líder de banda del Grupo Inerane, es de Agadez, Níger, una de las partes más volátiles, desenfrenadas y peligrosas del mundo. Bibi pronto se enfrentó a la opresión y la marginación de los tuareg por parte de los gobiernos nacionales de Malí y Níger. Tan temprano despertó su amor por la música. De niño, Bibi Ahmed aprendió a tocar la guitarra antes de recibir su educación del gran maestro y padre del blues tuareg, Abdallah ag Oumbadougou. Marcado por las experiencias en los campos de refugiados libios durante el levantamiento tuareg, Bibi Ahmed y su banda Group Inerane dieron a la rebelión su propia voz musical, al tiempo que hicieron que la rica tradición del canto de guitarra Tamachek fuera accesible para una nueva generación de oyentes.

Artista: EL CONEJO
Disco: Tempestade Tropical
Sello: La Petite Chambre
Año: 2019

“Posiblemente presentando mi arte favorito este año,” Tempestade Tropical “lanzado en el sello brasileño La Petite Chambre muestra que Coelho es un compositor bastante capaz. Siento que esta es una banda sonora de una película aún por hacer o concebir. Hay momentos de experimentación que se filtra, con un trabajo de guitarra fluido y desafiante presentado en “Peixe de Água Doce”. El minimalismo abunda en “Deriva” con su apertura y profundidad, mientras que “Manga Rosa” recuerda el trabajo de Federico Durand con su campo casi deslumbrante grabaciones e instrumentos rotos”. “Este es un álbum para perderse. El silencio, el minimalismo y la inocencia abundan dentro. No hay instrucciones que guíen al oyente por un camino en particular. Solo una apertura y libertad que recompensa con el tiempo”.

Artista: VETIVER
Disco: Up On High
Sello: Mama Bird Recording Co
Año: 2019

Del sitio https://www.dirtyrock.info : “De cuatro en cuatro años los de San Francisco Vetiver vuelven a sorprendernos con un nuevo disco, «Up on high» tras «Complete Strangers» (2015), en el que Andy Cabic, líder de la banda, demuestra que la formación no ha perdido ápice del talento que atesora desde su, lejana ya, irrupción en el panorama musical en 2006 con el álbum homónimo «Vetiver”. Otro nuevo disco cargado de nostalgia y melancolía, resume bastante bien la poliédrica personalidad de la banda originaria de San Francisco. Vetiver ha estado arando un surco rústico durante más de quince años, y aunque su anterior trabajo exploraba un sonido más electrónico y místico, nunca se han alejado de sus raíces campechanas. Como resultado, el álbum ha vuelto a una interpretación más simplista de sus raíces y sin pretensiones. No hay nada en «Up On High» que asuste a los caballos. Este es un trote de cuarenta y tantos minutos a través de un campo muy, muy agradablemente familiar. Lo que puede sonar como una punta del sombrero hacia lo bueno «lo suficiente es lo suficientemente bueno», pero realmente no lo es. Es un reconocimiento de que todos somos personas simples de corazón y, a menudo, darnos lo que realmente queremos es la clave.
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