Bitácora: Último llamado a dos días de una de esas tocatas que no imaginábamos pasaría alguna vez en Santiago, nueva banda sonora de una japo de sutil tacto sonoro, más rescates patrimoniales de la increíble música africana, visita chilena en clave de intrincado pop de penumbras épicas y cerramos con un regreso no codificado hasta el segundo.
Uno de los favoritos de Perdidos: Thomas Meluch y su alias Benoît Pioulard tocará en Santiago de Chile, este miércoles 28 en una jornada que también nos tendrá a Icalma y Esqueleto
Con el llamado de “El indie vuelve al teatro” , la productora Beatnik, creada por amigos de Perdidos de antaño y que han tenido la inventiva de empezar de lujo, una, ojalá, extensa vida de conciertos que nos traigan a destacados exponentes de la música que vuela a otros niveles.
En Perdidos solo celebrar que se nos den estas escasas posibilidades en la vida.
Estos son los datos duros, aún hay entradas, no se queden fuera:
Benoit Pioulard
Invitados para abrir: Icalma y Esqueleto
Fecha: 28 de agosto
Apertura de puertas: 19:00 horas
Local: Teatro San Ginés Bellavista, Mallinkrodt 76
Link Venta de entradas: Ticketmaster https://www.ticketmaster.cl/event/benoit-pioulard-centro-cultural-san-gines
Valor de entrada: $45.000 (Recargo incluido)
Entradas limitadas
Más detalle e info adicional: https://www.instagram.com/beatnik.live/
Al aire tendremos tres muestras de los tres artistas del concierto.
Artista: EIKO ISHIBASHI
Disco: Evil Does Not Exist
Sello: Drag City
Año: 2024
La música de la premiada película de 2023 de Ryusuke Hamaguchi es tan sutilmente fascinante como la película misma
El poder del trabajo de Eiko Ishibashi como compositora cinematográfica reside en su sutileza. En una era de bandas sonoras de películas excesivamente grandilocuentes y sentimentales, la música de Ishibashi tiene matices refrescantes y nunca le dice explícitamente al espectador cómo debe reaccionar ante una escena determinada. La partitura de Ishibashi para Evil Does Not Exist de Ryusuke Hamaguchi (la segunda vez que trabaja con el director, después de Drive My Car de 2021) es a la vez tensa y notablemente abierta, y siempre mantiene una sensación de misterio en su melancolía. Toda la música de Ishibashi se basa en la estética de la película, incluidas obras que no pertenecen a la banda sonora, como For McCoy de 2021. Su música se define por su sentido de contar historias, con diferentes elementos sonoros, como flautas en capas y componentes electrónicos apagados, que ocupan el tipo de espacio que ocuparían los personajes y los arcos narrativos en una película. Y como los mejores personajes cinematográficos, estos elementos sonoros brillan en la oblicuidad y complejidad de su contenido emocional.
Artista: RAIL BAND
Disco: m/t
Sello: Mississippi Records
Año: 1973/2024
“Marabayasa” es un ritmo que trasciende el tiempo y la geografía, un monstruoso monolito de funk que sigue el saxo de un flautista a través de una síncopa de stop-motion pavoneándose y fanfarroneando. El cantante, la leyenda maliense Mory Kanté, lidera una llamada y una respuesta exuberantes, su salva fluida y de flexión de notas se encontró con un eco tan rítmico, tan oscilante de cadera que impone movimiento. Las guitarras son agudas y de tonos dorados, el piano insiste en los contratiempos. Cuando Kanté lanza una pausa instrumental con un reverberante “waa-aa-aah”, sientes que estás allí, en medio del calor, sudando y sonriendo. Es la canción más destacada del debut de Rail Band en 1973, un disco de poder abrasador. y una alegría estremecedora, representada junto al tren en el Buffet Hotel de la Gare. La Rail Band, como ve, era el grupo musical patrocinado por el estado del ferrocarril de Malí. Esa banda de los años 70 incluía a Kanté y Salif Keita cantando, Tidiani Koné a la trompeta y el saxofón, Djelimandy Tounkara a la guitarra y numerosos bateristas, fusionando sonidos tradicionales africanos con mambo de Cuba y funk, soul y jazz de Estados Unidos. Tocaban cinco noches a la semana en un café de la estación de tren de Bamako ante lugareños, expatriados, empresarios visitantes y viajeros. A juzgar por este álbum, fue una excelente manera de pasar las horas hasta la salida, mucho mejor que las transmisiones de CNN del aeropuerto, tan buena que podrías decidir no irte.
Artista: SAMPIERI
Disco: Paraíso
Sello: Independiente
Año: 2024
Paraíso, lanzado en julio de 2024, es el primer larga duración solista de Sampieri (Los Embajadores, El Cóndor & el Huemul). Fue grabado, mezclado y masterizado en Estudios La Tostadora por Luis Rosales entre 2020 y 2024. El arte y el diseño corrieron por la destacada dupla Comunas Unidas.
En este disco, compuesto por 8 canciones, el músico chileno sintetiza géneros y referentes musicales disímiles (bandas sonoras italianas, postrock, ambient jazz, nueva canción latinoamericana, world music), que convergen en un pop ambiental de carácter cinematográfico cuyas letras hacen viajar al oyente por distintas escenas: desde la melancolía de “El bosque de Babel”, pasando por la distopía de un país vuelto un mall sin límites narrada en “Jaurías”, hasta la rumba fantológica de “Drones” en que la ciudad de Santiago es transformada, a causa de un evento galáctico, en un pueblo fantasma poblado por espíritus que pretenden comunicarse con los vivos.
Artista: THE HIGH LLAMAS
Disco: hey panda
Sello: Drag City
Año: 2024
Del sitio https://www.mindies.es “La banda liderada por Sean O’Hagan, The High Llamas, ha regresado con ‘Hey Panda’, su undécimo álbum de estudio y el primero en ocho años. Este trabajo supone un giro radical en el sonido que han cultivado durante décadas, alejándose de los arreglos orquestales barrocos y las melodías influenciadas por The Beach Boys que caracterizaban su música anterior. En su lugar, O’Hagan ha optado por adoptar una perspectiva más contemporánea, incorporando elementos del pop y el R&B modernos, como el autotune, los glitches electrónicos y ritmos de hip hop.
A lo largo de ‘Hey Panda’, se percibe una desviación consciente de la fórmula reconocible que The High Llamas habían perfeccionado. La producción destaca por su naturaleza minimalista y despojada, en contraste con las densas capas de instrumentación de sus trabajos previos. Las letras también exhiben un tono más íntimo e introspectivo, abordando temas como el envejecimiento y la melancolía, en lugar de limitarse a ser un lienzo sonoro adicional. Esta reinvención del sonido de la banda no es algo improvisado. En entrevistas, O’Hagan ha citado la influencia del innovador productor de hip hop J Dilla como un factor clave en su replanteamiento musical. Asimismo, ha reconocido haber absorbido el estilo de artistas contemporáneos como SZA, Sault y Steve Lacy, permitiendo que esas nuevas influencias se filtraran en las composiciones de ‘Hey Panda’.