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Bitácora de lunes 7: rompiendo los cánones de Perdidos en esta oportunidad evitaré truncar un track por falta de tiempo, una pieza como la que escucharán del maestro en piano Keith Jarret bien valen los 26 minutos que le dedicaremos íntegramente, un deleite que me es inexplicable, son sólo sensaciones para compartir. Además repasaremos algo de proto-dub, de música con raíces en el este europeo y experimentación sonora desde japón del siglo XXIII.

Artista: KEITH JARRETT
Disco: The Köln Concert
Sello: ECM Records
Año: 1975

Este fue uno de los primeros vinilos que tuve de chico, regalo de mi hermano mayor que vivía en los años 70 en EEUU. Un álbum doble que hasta el día de hoy atesoro y escucho de vez en cuando. Son cuatro piezas de improvisación en piano que escapa a una descripción que encaje en algún estilo definido, la sensibilidad interpretativa, el manejo de las teclas, la sincronía de la mente, cuerpo y alma son impactantes. Si hay que recomendar 10 discos imprescindibles que escuchar antes de partir de este mundo, pues por favor no duden en elegir éste. De la web: “I first heard this music in 1974, at a friend’s house. I bought the two-disc LP right away. The first five notes blew me away, with their utter simplicity. What Jarret builds up from them is absolutely astonishing. It’s not “classical”; it’s not “jazz”; it’s not “fusion”; it’s not “New Age”. It’s something so completely UNLIKE any other piano music that I have ever heard, that it transcends description. Its melodic structure plays on the outer edges of consciousness. It’s as though you never heard a piano before. It’s so unlike most piano music that one expects the author to be an alien from outer space (la primera vez que escuché esta música fue en 1974, en la casa de un amigi. Me compré el disco doble de inmediato. Las primeras 5 notas me volaron, con su extrema simplicidad, Lo que Jarret construye es desconcertante, No es Clásica, No es Jazz, No es Fusión, No es New Age, es algo completamente distinto a cualquier otra música en piano que haya escuchado jamás. , que trasciende la descripción. Su estructura melódica de espacios fuera de la conciencia. Como si nunca hubiese escuchado piano antes. Es tan extraña la forma de tocar el piano que pareciera venido de un alienígena del espacio exterior”.

Artista: 17 HIPPIES
Disco: Heimlich
Sello: Buda Musique (francia)
Año: 2007

Con mas de 10 discos a cuestas nos parece extraño que primera vez tengamos esta aproximación, a veces y suele suceder muy a menudo, que uno se engancha a partir de una banda nueva, menor, que hace algo parecido y que le va de lo mas bien, y en este caso me refiero a Beirut – que con sus discos “The Gulag Orkestar” y The Flying Club Cup acercaron a quien escribe a investigar un poco mas en las músicas del oriente europeo, en este caso encontrándome con esta sugerente banda alemana.
De la web: “17 Hippies es una banda de Berlín, Alemania, que toca sobre todo música instrumental. Su música, que procede de una confluencia entre varios tipos de folclore, es tocada con gran estilo y energía. Sus influencias son de temas belgas, polacos, griegos, serbios y alemanes. Fundada en 1995 en Berlín por Christopher Blenkinsop, han tocado más de un centenar de conciertos, principalmente en Alemania y Francia, con frecuentes espectáculos en Suiza, Hungría, Bélgica, Holanda, República Checa, Austria, España, Rusia y Japón.”

Artista: LEE PERRY & THE UPSETTERS
Disco: Cloak and Dagger
Sello: Earmark
Año: 1972

Uno de los primeros albumes de Dub, bajo el comando en la producción de Lee “Scracth” Perry para la banda The Upsetters y con la participación de los músicos Tommy McCook y Winston Wright.

Artista: RYOJI IKEDA
Disco: Test Pattern
Sello: Raster Noton
Año: 2008

De la web: : “El japonés Ryoji Ikeda es un indagador cifrado que manipula datos en la frontera oculta del ruido/señal todo lo referente a los ultrasonidos y frecuencias bajo un velo oscuro de números que son expulsados hacia los bordes filosos de lo audible.
En su imaginario creador el ruido es crujido, zumbido, repiqueteo, detonación sonora y en bloque son hercúleos soldados programados para auto reproducirse ad infinitum como complementos de apoyatura del Alma Mater: “La Señal”.
El hombre masa, ese que repite conceptos generados en la matriz religiosa/social, sostiene que el ruido es distinto al de señal. Pero en un mundo donde es polaridad absoluta, la polaridad se puede invertir en el instante impensado, como cuando un buen amigo decide insertarse un cocktail de siliconas y botox y nuestro panorama se convierte en incierto al punto de no saber si debemos llamarlo “o” / “a”.”

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