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Bitácora. Atmósferas claustrofóbicas en la más eraserhead, pop etéreo por antonomasia con un clásico en un prolífico año, la banda sonora para mi funeral en un adelanto exclusivo, una sesión de Perdidos venida desde un mundo paralelo y rematando con un maestro que se ha paseado y colaborado con cuanto artista de la escena de vanguardia vivo. Esta es la propuesta de lunes 30 de nov.

Artista: CLINT MANSELL
Disco: The Moon , banda sonora
Sello: Black Records
Año: 2009

Clint Mansell (Reino Unido, 1963) se dio a conocer al ser el vocalista y guitarrista de la banda británica de rock alternativo Pop Will Eat Itself. Cuando el grupo se separó en el año 1996, aunque volvió a los escenarios en el 2005, Mansell probó suerte en el mundo de la música de cine. Fue el realizador Darren Aronofsky el que le dio la primera oportunidad en este campo. Fue con la banda sonora de Pi que a pesar de ser muy bien recibida por la crítica pasó completamente desapercibida. No sucedió lo mismo con su siguiente colaboración con Aronofsky, Réquiem por un Sueño. La banda sonora de este film acabó convirtiéndose en una obra de culto, especialmente por la utilización del tema Lux Aeterna en el tráiler de El Señor de los Anillos: Las Dos Torres. Con este tema se han hecho una serie de remixes y es especialmente popular Requiem for a Tower. Lux Aeterna, que ya es un himno, se ha utilizado mucho en publicidad y en otros tráilers como el de El Código Da Vinci. En su siguiente trabajo con Aronofsky, La Fuente de la Vida, Mansell dio lo mejor de sí y el resultado es una auténtica obra maestra, por este score fue candidato al Globo de Oro y vosotros le otorgasteis el premio de Las Horas Perdidas a la mejor banda sonora de 2007, algo que mola recordar de vez en cuando. Para su director favorito también compuso la música de El Luchador. También ha trabajado para otros realizadores y ha firmado la música de títulos como The Hole, Doom, Sahara o Ases Calientes. A finales del pasado mes de julio Clint Mansell ofreció, junto a The Sonus Quartet, un concierto en el Teatro Leal de La Laguna (Tenerife), un acto que formaba parte de la 3ª edición de Filmucité.

Artista: ROBIN GUTHRIE
Disco: Carousel
Sello: Darla and Rocket Girl
Año: 2009

‘Carousel’ es un disco definido por su estética intrincada y casi cinematográfica. Instrumental, al igual que su aclamado ‘Continental and Imperial’, en donde Guthrie muestra su impronta compositiva y de producción, ya patente en ‘el sonido flotante y etéreo’ de su legendaria banda Cocteau Twins y en sus innumerables producciones y composiciones para bandas sonoras y demás..convirtiéndole en uno de los puntales de la escena shoegaze.

Artista: LEYLAND KIRBY
Disco: When We Parted My Heart Wanted To Die
Sello: History Always Favors the Winners
Año: 2009

Lo que van a escuchar de este disco pues que sería el track ideal cuando baje mi ataud hacia las profundidades del ultimo calabozo.Si algun auditor retiene este intimo deseo, cuando se entere de mi deceso le estaré muy agradecido que ponga este tema, aunque sea de los fonos de un mp3.
Del sitio “http://www.playgroundmag.net “Un puñetazo, a menos que sea de una fuerza extraordinaria, normalmente sólo te aturde. Una ristra sin descanso y sin menguar la intensidad, en cambio, te noquea. Si James Kirby –que se ha modificado el nombre propio para darle salida física a este proyecto suyo tras los espléndidos discos como The Caretaker–, en vez de tres discos en un solo pack hubiera publicado sólo uno, entonces quizá estaríamos aturdidos como nos dejó “Persistent Repetition Of Phrases” (Install, 2008), pero nunca habría provocado el efecto devastador con el que se presenta “Sadly, The Future Is No Longer What It Was”. Son casi cuatro horas de música de un nivel insoportablemente alto, sin una sola fluctuación de calidad, sin descanso: setenta minutos por aquí, otros setenta por allá y acullá, completando un ciclo que por ambición, drama y calado sólo puede describirse como wagneriano….. “Sadly…” es una trilogía sobre el desencanto. El título lo dice casi todo: nace de la decepción al comprobar que lo que se nos había prometido –en cuanto a progreso tecnológico, moral y biológico; una nueva y mejor civilización en definitiva que arranca con la prospectiva histórica humanista y positivista de los años cincuenta y que tiene su reflejo más pop en ciertos títulos de la literatura de ciencia-ficción–, finalmente, se ha quedado en una opción imposible; en un sueño no cumplido. No hay coches voladores. No hay cura contra el cáncer. No hemos terraformizado Marte. Todavía hay pobres en nuestras ciudades. Dios ha muerto, pero el hombre no se ha liberado de la moral judeocristiana. Las torres gemelas caen y el mundo no es precisamente un lugar seguro. Y, está claro, vamos a morir todos en un lugar que, pese a los gadgets telefónicos, las televisiones grandes y las redes sociales, no será tan distinto como el que hemos conocido desde pequeños. Igual ha mejorado la esperanza de vida, el nivel de ídem, pero para el dolor, la insatisfacción y la soledad no existen vacunas. Kirby, como si fuera el último hombre vivo en un planeta desierto, observa el futuro con pesimismo y la melancolía de la resignación, y las ideas que flotan entre sus neuronas tienen forma de música derrumbada y de palabras como las que sirven de presentación a la obra: “se podría decir que trata sobre la fragilidad de la existencia y sobre aquellos momentos en los que vagamos por las calles en busca de respuestas mientras sentimos inestable el suelo bajos nuestros pies”, escribe. “Esos tiempos en los que nos sentimos invisibles para los que nos rodean, y en los que no cesamos de caminar en busca de señales y conexiones, perdidos en nuestra situación y buscando un nuevo camino adelante”. Y después los títulos, tanto de los tres volúmenes –“When We Parted, My Heart Wanted To Die” el primero; “Sadly, The Future Is No Longer What It Was” el segundo; “Memories Live Longer Than Dreams” el tercero– como el de las piezas: “The Sound Of Music Vanishing”, “And As I Sat Beside You I Felt The Greatest Sadness That Day”, “Tonight Is The Last Night Of The World”, “And At Dawn Armed With Glowing Patience, We Will Enter The Cities Of Glory”… Alta lira.

Artista: JÓNSI & ALEX
Disco: Rain Down My Favorite Songs
Sello: Rough Trade
Año: 2009

Como un gustoso pie forzado de hacer una selección como para mostrar en Perdidos, es un compilatorio del lider de Sigur Ros junto a su pareja, seleccionando temas de los mas variados referentes, y para vosotros unos tres que llenarán de sana melodía y de notables intérpretes. Complemenetando, desde el sitio – http://lasonotheque.wordpress.com : “Últimamente seguir el ritmo de actividad que está teniendo Jónsi Birgisson al margen de Sigur Rós es una tarea de lo más entretenida. En los últimos días nos ha llegado material desde distintos frentes:
– Ya podemos escuchar Kaleidoscope, la colaboración de Jónsi con DJ Tiësto
Como ya os contamos y por increíble que parezca, Jónsi colabora en el nuevo álbum de DJ Tiësto, al igual que lo han hecho otros como Bloc Party, Tegan&Sara, Calvin Harris o Nelly Furtado.
Kaleidoscope fue presentada en exclusiva en Pitchfork y también puede escucharse ya en el MySpace de Tiësto. Y no suena mal.

– Jónsi & Alex publican el vídeo de ‘Sometimes I get scared’
No se trata de ninguna canción de su último trabajo juntos, publicado como Riceboy Sleeps; por lo visto es un experimento que comenzaron hace tiempo, hace poco lo encontraron, decidieron terminarlo y aquí lo tenemos”

Artista: JIM O’ROURKE
Disco: the visitor
Sello: Drag City
Año: 2009

DE la web http://oscilador.blogspot.com “Tras su salida de Sonic Youth, JimO desapareció de este lado del mundo; esto, en sí, puede ser una manera de puntualizar toda una carrera personificando la vanguardia sonora gringa, al haber sido guitarrista, laptoppero, cantautor, miembro de Gastr Del Sol, productor de Wilco, colaborador de gente diversa desde Derek Bailey hasta Fennesz, e ingeniero para trabajos de toda una nación alternativa. Su carrera consistía de todo esto hasta que se autoexilió a Japón.
Aunque ha seguido activo, más que nada haciendo cine experimental, O’Rourke ha roto su silencio musical para colaborar con gente como Carlos Giffoni y Merzbow y mezclar el excelente Ys de Joanna Newsom, entre otras cosas, así como al lanzar discos como el magistral drone de Long Night del año pasado; pero hay muchos que esperan que Jim nos dé otro disco de rolas, uno como el Eureka o el Insignificance, donde escribió y tocó canciones convencionales de verso-coro-verso, y para muchos es el zenith de su carrera.
Casi a manera de compromiso, pero uno que no le quita merito en absoluto, JimO presenta The Visitor, un disco compuesto de una sola rola de casi 40 minutos, pero que no cuenta con capaz de sonido o drones, sino que está conformado de guitarras acústicas, electricas con slide, baterías y piano, con los cuales nos da temas que se desenvuelven por unos minutos para dejarlos un rato y luego quedarse con una guitarra o piano arpeggiando solitariamente y cambiar a algo más.
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